Conferencia nº 12

Julián González

 

Solo la Verdad podrá libertar el hombre de las garras de la ignorancia y así prepararlo para su deber en la Tierra.

El Racionalismo Cristiano es la propia Verdad en marcha; relíguese mentalmente a la corriente astral inmanente de los espíritus Superiores y estará fortificando su cuerpo físico, mediante la reacción inteligente de su alma.

En la ciencia del espíritu – base y fundamento de estas orientaciones espirituales –, se encuentran los lúcidos conocimientos que permiten a todo ser humano, comprender el fenómeno psíquico llamado OBSESIÓN. La obsesión es el mayor mal que viene castigando a la humanidad. Consiste ella en perturbaciones de los sentidos, primero mentalmente, seguidas luego, por desarreglos orgánicos. De hecho es una enfermedad del espíritu, un disturbio psíquico, en la mayoría de las veces, provocadas por la intervención de un espíritu desencarnado en sufrimiento y, por lo tanto, maligno.

Numerosas enfermedades mentales y físicas son desarrolladas en el cuerpo humano a través de la vía de contaminación existentes en los fluidos pestíferos que le son arrojados por espíritus perturbados y malos, que deambulan por la superficie terrestre después de la muerte de su cuerpo carnal. Las causales que promueven la aproximación de estos espíritus malos, que tanto daño hace a la humanidad, que los IGNORA, y que por eso mismo no están en condiciones de saber defenderse.

Es cosa universalmente sabida que en la Tierra predominan dos corrientes, la del BIEN y la del MAL. La primera es formada por los pensamientos e ideas nobles y constructivas, de amor y paz, de trabajo y honradez, alimentada o asistida por los Espíritus SUPERIORES; la segunda, o sea la corriente del MAL, es formada por todos los sentimientos mezquinos, del mal, del odio, de la envidia, de la mentira en cualesquiera de sus aspectos, de la injusticia, del crimen; esta corriente que tiene como punto de partida el sentir humano, es engrosada y estimulada por la acción permanente de los espíritus malignos. El ser humano, en uso de su libre albedrío y mediante la acción de su pensamiento, se religa a una de esas dos corrientes. He ahí, el origen de las acciones "Quien bien piensa, bien atrae, anda bien, se siente bien y feliz y llega a la desencarnación, que es la muerte física, satisfecho y dentro de su debido tiempo, o sea, en la plenitud de su vejez. Mientras que, quien piensa mal, procede mal, atrae el mal y acaba mal. Cuando su muerte se da en forma accidentada, son víctimas de dolorosas agonías, y, finalmente, su alma pasa a ser una más entre ese enorme ejército de infelices sufridores que vegetan en la atmósfera de la Tierra."

He ahí porque aseveramos sin ofender a nadie, pero la verdad hay que decirla, que la verdadera SALVACIÓN de su YO, de su ALMA, no depende de CRISTO ni de su sangre derramada en la cruz del calvario... depende sí, y esta es la verdad, de la manera por la cual usted aplica su libre albedrío, que le fue concedido para la práctica de la Verdad, del bien y del progreso pero que, mal usado, él conduce al atraso espiritual y, finalmente, a las TINIEBLAS

El libre albedrío se nutre en la fuerza de voluntad, iluminado por la RAZÓN y controlado por la CONCIENCIA. Los materialistas, los fatalistas y muchas órdenes místicas niegan la existencia del libre albedrío, hasta mismo se olvidan de que el ALMA HUMANA es un SER INTELIGENTE, dotado de actividad, no llegando a percibir que negando el libre albedrío de hecho eliminan la responsabilidad moral, reduciendo al ser humano a las condiciones de un irracional. En el LIBRE ALBEDRÍO radica el origen del mérito, siendo por lo tanto, el real fundador de la MORAL. Entonces no es cuestión de CREER para salvarse es cuestión de corregirse y entender bien su libre albedrío, así haciéndolo podrá superarse y ser grandemente FELIZ, aquí en la Tierra y en el ESPACIO.

Por disposición natural, el espíritu humano dispone de enorme reserva moral para poder salvarse a sí mismo. En resumen: por la SENSIBILIDAD, el espíritu racional recibe las impresiones exteriores; por la INTELIGENCIA, las comprende; por la VOLUNTAD, acciona y reacciona, opera, produce y crea; por la RAZÓN, escruta al INFINITO; por la CONCIENCIA, se esclarece; por el LIBRE ALBEDRÍO, determina su DESTINO.

La LUZ emana del altísimo y se extiende gratuitamente hacia toda la humanidad.

 

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Racionalismo Cristiano - Un nuevo concepto del Universo y de la vida