Biografias

Algunas enseñanzas del Consolidador Antonio Cottas

Traducción de Astrogildo Rodriguez

El pueblo, en su eterna sabiduría, acostumbra decir que tristezas no pagan deudas. Y así es. El ser tiene que trabajar para pagarlas; en cambio quedar triste, aburrido, pesimista, enfermizo, sin dormir, como consecuencia está dificultando el pago de la deuda.

El pesimista es siempre un elemento nocivo en el medio en que vive, donde trabaja, causando preocupación porque cualquier cosa le sirve de excusa para quejarse, o por otra permanece preocupado por cosas que no le traen provecho alguno. Pero los que conocen el valor del pensamiento y el poder de la voluntad, esos pagan las deudas que contraen ante la sociedad, no solo las materiales como también las espirituales, porque se brindan al trabajo, muchas veces silencioso, que se traduce en progreso. Por ende el pesimista que vive a lamentarse de todo y de todos, está siempre desconforme consigo mismo y con los otros, entonces, todo le sale mal. Él no tiene ojos para ver las cosas buenas que se hacen, pero no deja de ver las que le parecen malas.

Observen..., basta que la persona comience a esclarecerse, a alimentar ideas nobles, que él desaparece, porque el ser no admite que el pesimismo tome cuenta de sí y lo elimina de la mente, pasando a enfrentar, con mayor disposición, la lucha, el trabajo, con la conciencia del deber a cumplir.

Para esclarecerse, para instruirse, nada mejor que un buen libro o una charla con amigos, principalmente los que comparten las mismas ideas espirituales.

Así deben proceder las personas de bien, para no dejarse dominar por pensamientos pesimistas que son siempre perjudiciales a la salud del cuerpo y del espíritu Aléjense de los eternos desconformes que piensan que la humanidad está perdida, que la humanidad es perversa, que la humanidad es esto o aquello de negativo. ¡Esos no ven las acciones generosas que se hacen en el mundo, ni el desprendimiento de tantos!

No piensen solo en las malicias del mundo. Hay también en él muchas cosas nobles. Ayuden a construir un mundo mejor. Dejen de lado aquello que los otros puedan hacer de forma equivocada, y no toquen más en el asunto. La vida es de aciertos y errores. Es errando y acertando que se alcanzan experiencia y perfeccionamiento siendo esta la principal meta de la vida.

La rehabilitación del mundo, inclusive hábitos y costumbres, es el fin supremo del Racionalismo Cristiano. La primer escuela es el hogar, la familia. La segunda, el mundo. Los profesores de la primera son los padres. Las mejores lecciones son los ejemplos. E ahí cuanto depende de los padres el futuro de los hijos. El conocimiento de la doctrina es de fundamental importancia en el proceso evolutivo. Pero no basta con conocerla, es necesario estudiarla y practicarla con la conciencia del bien que se están haciendo a sí mismos.

Traducido de la sección "LEITURAS" De fecha 04/04/01
http://racionalismo-cristao.org.br

Esta traducción fue realizada por Astrogildo Rodríguez Alves,
revisada por la profesora Haydée Silva Llaguno en Rivera Uruguay el 08/04/01.

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